Por Fernanda Insua | Redacción Alpinismonline Magazine
Foto de portada y todas las fotografías de esta nota, créditos Fernanda Insua
Si nos preguntaran por El Dorado en la actualidad, perfectamente podríamos señalar al salar de Uyuni como ese lugar. No porque fuésemos a encontrar toneladas de oro, sino más bien otros tesoros de diversas características. O tal vez sí...encontraríamos un oro diferente, el "oro blanco".
El salar de Uyuni es el mayor desierto de sal continuo y alto del mundo, con una superficie de 10582 km2 y está situado a unos 3650 msnm en el suroeste de Bolivia, en la provincia de Daniel Campos, a 192km de Potosí, la legendaria ciudad de la plata, en el altiplano andino.
El origen de la palabra Uyuni es algo confuso, hay quienes afirman que se originó de la voz aymara "Uyu", que se refiere a un punto de concentración, la terminación "Ni" significa lugar, de modo que cuando se unen las dos palabras podríamos traducirlo como "lugar de concentración".
Originalmente, remontándonos 40000 años atrás, la extensión del salar estaba cubierta por el lago Minchin y hace 11000 años por el lago Tauka. Estos protolagos o lagos prehistóricos se formaron en un clima mucho más húmedo y con más precipitaciones que el actual. De hecho estos lagos alcanzaban una cota de alrededor de 100 m por encima del nivel actual. Posteriormente vino un periodo seco y cálido que produjo una gran reducción de la superficie y volumen de los lagos andinos, originando así los salares de Uyuni (el más grande del mundo) y Coipasa (el segundo salar más grande de Bolivia y el quinto del mundo en extensión y cuyo nombre proviene de la voz aymara, qollpa, que significa sal).
El salar de Uyuni se estima que contiene 10000 millones de toneladas de sal, de las cuales se extraen 25000 cada año. Pero además de este recurso evidente y fácilmente visible, hay otro elemento natural que se encuentra en grandes cantidades y sin el cual no podríamos concebir la vida actual: el litio.
De hecho un informe del Servicio Geológico de EE.UU. indica que en el salar de Uyuni hay 21 millones de toneladas de litio, convirtiéndose en la mayor reserva a nivel mundial de este mineral.
Se lo considera el "oro blanco" y es un componente básico utilizado para realizar baterías que alimentan desde teléfonos móviles hasta vehículos, paneles solares y prácticamente todo elemento que requiera una batería.
Pero ¿cómo está compuesto el salar?
Existen aproximadamente once capas de sal, con espesores que varían entre menos de un metro y diez metros. La corteza que se encuentra en la superficie tiene un espesor de diez metros. La profundidad del salar es de 120 metros, el cual está compuesto de capas de salmuera superpuestas y barro lacustre.
Esta salmuera se compone de litio, boro (bórax), magnesio, potasio, carbonatos y sulfatos de sodio. Un mineral muy interesante es la ulexita, la «piedra televisión». Es transparente y tiene el poder de refractar a la superficie de la piedra la imagen de lo que está debajo.
Entorno ecológico, fauna y flora
El clima en el salar de Uyuni es un clima desértico y prácticamente no hay precipitaciones durante el año (unos 124mm anuales promedio). Los vientos por lo general son muy intensos durante prácticamente todo el año y pueden alcanzar velocidades que superan los 90 km/h con dirección predominantemente noroeste.
La temperatura de mayo a noviembre puede llegar a descender hasta los -15°C aunque la temperatura media anual es de 10.1°C.
El salar y los ecosistemas de su alrededor son paraísos naturales también en materia de fauna. Un lugar maravilloso para divisar los animales que habitan estas tierras es la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa. Se tienen registradas más de 105 especies de fauna concentradas principalmente en lagunas y bofedales (humedal de altura) o sus alrededores.
Del total de especiales descriptas, 82 son aviares. De hecho, existe regularmente una población aproximada de 20000 aves acuáticas.
Los flamencos constituyen la especie más representativa del lugar. Son aves especializadas en alimentarse de aguas salobres y para ello cuentan con un complejo y sofisticado sistema de filtración en el que succionan y devuelven vigorosamente agua del buche filtrando las algas para alimentarse. Durante la época de lluvias, cuando la temperatura es mayor, aprovechan para anidar. El principal sitio de nidificación es la laguna Colorada. Allí se pueden observar las tres especies presentes: - Flamenco James (Phoenicoparrus jamesi), la reserva alberga el 50% de la población mundial. Se lo puede observar también en las lagunas Hedionda y Katalcito. - Flamenco Andino (Phoenicoparrus andinus), en grado de amenaza vulnerable. En la reserva se encuentra el 25% de la población mundial. También presente en Katalcito y Kastor. - Flamenco Chileno (Phoenicopterus chilensis), es el menos abundante de las tres especies y únicamente se lo observa en la laguna Colorada.
Por otra parte, también se pueden observar varias aves migratorias. Aprovechando el verano austral, algunas de ellas hacen una parada en las lagunas de la reserva para alimentarse y tomarse un descanso durante su trayecto migratorio. Dos de estas especies son Phalaropus tricolor y Calidris bairdii y se las puede visualizar en las lagunas Hedionda y Kalina. Otra especie aviar presente en la reserva es la Soca Cornuda (Fulica cornuta), preferentemente en la laguna Totoral.
Hay dos especies que destacan por su rareza y que se encuentran categorizadas como casi amenazadas, son el Suri o Ñandu Andino (Pterocnemia pennata) y el Cóndor Andino (Vultur gryphus). El suri ocasionalmente puede ser observado cerca a los arenales de las lagunas.
Entre los mamíferos más destacados podemos mencionar a la Vicuña de Raza Austral (Vicugna vicugna). Camélido silvestre de alta importancia económica por la calidad de la fibra que proporciona. Se lo observa en grupos pequeños en el desierto de Siloli y en cercanías de las lagunas Colorada, Hedionda y Totoral. Otro animal que sobresale por su rareza es el Gato Andino (Oreailurus jacobita o Leopardus jacobita), un felino de tamaño medio considerado como el más amenazado del continente americano, con una población estimada menor a 2500 ejemplares. Es escaso el conocimiento acerca de esta especie y rara vez ha sido observado en estado salvaje. En la reserva se lo ha visto por la zona este y en los alrededores de la laguna Verde. Muchas veces se lo confunde con el Gato del Pajonal o de las Pampas (Leopardus colocolo) con el cual comparte hábitat y compite por alimento. Un anfibio endémico propio de la reserva es la rana Telmatobius huayra, considerada vulnerable.
En cuanto a la flora, se han registrado alrededor de 200 especies de plantas superiores. La flora está marcada por la fuerte presencia de gramíneas (paja brava) y en sitios de mayor humedad se encuentran tholares y keñuas.
Turismo
El salar de Uyuni es uno de los principales destinos turísticos de Bolivia ya que lo visitan aproximadamente 300000 turistas cada año. En 2019 fue galardonado por la World Travel Awards como el "Mejor Atractivo Turístico Natural de Sudamérica".
Una de sus principales atracciones se da en el mes de noviembre cuando se convierte en el lugar de cría de tres especies de flamencos.
Cactus de hasta 10 m de altura se hallan en la isla del Pescado. Esta isla es la mayor del conjunto de islotes situados en el centro del salar de Uyuni. Es también un centro turístico dentro del salar. Momias de 3000 años de antigüedad se descubrieron en una caverna al borde del salar.
A orillas del salar se encuentran varios hoteles construidos con bloques de sal, característica que los ubican entre los hoteles más extravagantes del mundo.
El salar se puede conocer desde el pueblo de Uyuni en un tour de 1 día aunque lo más recomendable para recorrer con más detalle todos los encantos y paisajes espectaculares que ofrece, es un tour de 3 días, 2 noches. Muchas empresas ofrecen estos servicios con guías locales lo cual constituye una fuente de subsistencia para los pobladores de la zona.
Llega la megaminería, explotación masiva del salar
Bolivia puso en marcha el 7 de octubre de 2018, el primer proyecto de explotación e industrialización masiva del salar de Uyuni, cuya riqueza principal es el litio.
De hecho la Planta Industrial de Cloruro de Potasio (KCl) que fue construida en el propio salar por la empresa china CAMC Engineering, con una inversión de US$188 millones, fue financiada totalmente con recursos provistos por el Banco Central de Bolivia (BCB) y el presidente boliviano, Evo Morales, destacó que esta factoría industrial es la tercera mayor construida en la región y forma parte de la estrategia boliviana para la industrialización del litio.
Por su parte, el gerente de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), Juan Carlos Montenegro, afirmó que la capacidad plena de la planta en el Salar de Uyuni llegará a 350.000 toneladas al año desde 2020, destacando la generación de 210 empleos directos y más de 2000 indirectos.
Volviendo al litio...
El litio es un elemento químico que en su forma pura es un metal blando, de color blanco plata, que se oxida rápidamente en aire o agua. Su densidad es la mitad de la del agua, siendo el metal y elemento sólido más ligero existente en la Tierra.
Se produce a partir de salmueras y se encuentra en 17 países (según el Servicio Geológico de Estados Unidos). Para que tengamos una idea, datos del año 2008 (evidentemente desactualizados) mostraban que este elemento químico se utilizaba en la industria de la cerámica y el vidrio (37%), por detrás con el 20% se encontraba la producción de baterías (para celulares, ordenadores, iPods, iPads, etc) y para vehículos eléctricos. En el tercer puesto se encontraban las grasas lubricantes (11%), aleaciones de aluminio (7%), aire acondicionado (5%), colada continua (proceso metalúrgico que permite el control continuo de la transformación de metal líquido a alta temperatura a sólido para obtener productos semiterminados como hilos, perfiles rectangulares, tubos y cilindros, 5%), gomas y termoplásticos (3%), industria farmacéutica (2%), procesos industriales y procesamientos químicos, y otros productos.
Bolivia lleva adelante el proyecto de industrialización del litio, para lo cual destinó al menos US$900 millones en inversión, proceso que comprende tres fases.
La primera comenzó en 2012, con el desarrollo de plantas piloto de fertilizantes comercializados principalmente en el mercado interno.
La segunda fase inició en 2016 con la construcción de plantas industriales de KCI y carbonato de litio para exportación, con sus respectivas fosas industriales para garantizar el insumo requerido para la producción de sales básicas. La última fase es la producción de baterías de litio con la alianza de un socio estratégico que ayude en la comercialización del producto, la firma alemana ACI Systems.
En el año 2018, el proyecto para la "Recuperación de hidróxido de litio de salmuera residual" (tal el nombre formal del mismo) consiguió la declaración de impacto ambiental favorable, lo que permitió que comenzara la fabricación de baterías para automóviles tras la constitución de una empresa mixta entre un fabricante alemán, ACI Systems Alemania (ACISA), y una estatal boliviana. Dicha declaración ambiental fue solicitada por la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos para la extracción de este mineral en el municipio de Colcha K, según la publicación hecha por el Ministerio de Medio Ambiente.
La declaración medioambiental favorable establece, entre otras condiciones, la obligación de informar periódicamente sobre el uso y estado de un acuífero de la zona que servirá para abastecer a la planta y, además, acerca del aprovechamiento en un futuro de los residuos sólidos que se generen, según el Ministerio. El proyecto es una de las principales apuestas del Gobierno del presidente Morales, que adjudicó en mayo de 2018 la construcción de la planta a un consorcio encabezado por la empresa china Maison Engineering por un valor de 96 millones de dólares.
Pasado y futuro de los salares
Milenarios habitantes de las alturas, los aymaras, kollas, atacameños, humahuacos y demás grupos étnicos han sabido desde siempre cultivar y extraer de la costra salina las cantidades necesarias del producto blanco sin alterar el equilibrio ambiental. La explotación de la sal en estos parajes es, junto al cultivo de la quinua y la cría de llamas, vicuñas, alpacas y cabras, un trabajo ancestral para esas comunidades. Pero la transformación del paisaje ya se ha hecho evidente. La bióloga Patricia Marconi, coordinadora del Grupo de Conservación del Flamenco Altoandino, describe de manera categórica una situación que, si nada la remedia, marcará un antes y un después en esos parajes donde ni siquiera respirar es tarea sencilla: "Estamos viviendo una Fiebre del Oro donde todo está permitido"
Hasta hace relativamente poco tiempo, el litio se utilizaba en dosis mínimas en la industria aeronáutica y del vidrio o también en la medicina como antidepresivo. Sin embargo desde que sus propiedades lo convirtieron en material indispensable para las baterías acumuladoras de energía, el interés en este mineral cambió radicalmente.
El auge universal de la telefonía celular y otros aparatos electrónicos semejantes, y el incalculable margen de expansión debido a la decidida apuesta por los vehículos eléctricos en los países del norte desarrollado se unieron para desatar la fiebre. De un modo más o menos oculto, también la potencialidad del uso del litio en la carrera nuclear ha multiplicado la demanda: "Por algo Estados Unidos y China son los principales compradores", afirma el profesor Néstor Ruiz, antropólogo y perito ambiental de la Universidad de Jujuy, en Argentina y donde están enclavados los salares más extensos del país.
Ya no se trata entonces de pequeños productores locales que piqueta en mano se juegan el futuro de sus retinas (afectadas por el entorno climático y las propiedades de estas superficies blanquecinas); a los salares ha llegado el tiempo de la megaminería, y como ocurre en Coipasa (el segundo salar más grande de Bolivia), el agua ha pasado a ocupar el centro de la escena.
Marcelo Sticco, hidrogeólogo e investigador de la Universidad de Buenos Aires, explica que "la explotación ahora es semejante a la del petróleo: se hacen pozos en la superficie y se bombea salmuera desde las profundidades hacia el exterior. Después se vuelca lo extraído en piletas construidas sobre el mismo salar y se deja que el sol vaya evaporando el agua para que solo queden las sales". El sistema, como se aprecia, es simple, no necesita de grandes sofisticaciones y hasta podría calificarse de ecológico, pero esto apenas es una apariencia.
La salmuera no es muy diferente a las aguas del mar, salvo por un detalle: mientras estas cuentan con unas 30000 partes de sal por millón, las que se encuentran enterradas en Uyuni y Coipasa, en Bolivia; Atacama en Chile; y Salinas Grandes, Olaroz-Cauchari o el Salar del Hombre Muerto en Argentina, por nombrar solo a los espacios más importantes, contienen entre 100000 y 300000 partes por millón. No hay en todo el planeta otra región que concentre semejante riqueza potencial con un nivel de accesibilidad relativamente sencillo.
"Uyuni es el depósito más grande del mundo en contenido de litio como recurso", se ufana el ingeniero Juan Carlos Montenegro, gerente ejecutivo de Yacimientos de Litios Boliviano (YLB), la empresa estatal que el Gobierno de ese país creó para centralizar la explotación del cotizado mineral. "Hay ingente cantidad de salmuera que nos permitiría la explotación durante 200 o 300 años", dice, antes de aclarar que "tenemos limitaciones y la conciencia de controlar nuestra intervención para no generar problemas medioambientales". En 2011, mucho antes de la creación de YLB, el mismo Gobierno de Bolivia había elevado a la Unesco el pedido para que Uyuni fuese incorporado a la lista de Patrimonios de la Humanidad. Hoy la idea ha sido dejada en un segundo plano.
De las tres naciones embarcadas en el gran negocio del litio, Bolivia es la única que apuesta decididamente por cerrar por completo el círculo de la industrialización, es decir, extraer la salmuera, separar el carbonato de litio que se utiliza en los cátodos de las baterías, y terminar construyendo las propias baterías para darle mayor valor agregado a sus exportaciones, tal como se desprende de la "Estrategia de Industrialización de los Recursos Evaporíticos de Bolivia", lanzada por el Gobierno del país en octubre de 2010. Con ese objetivo, en los últimos meses YLB ha firmado sendos acuerdos para conformar empresas mixtas con la compañía alemana ACI Systems y ahora con la china Xinjiang TBEA Group, respectivamente, las cuales se comprometieron a realizar inversiones por más de 3000 millones de dólares.
Sin embargo, de los tres países que forman el conocido "Triángulo del litio", Bolivia es el que lleva más retraso en la explotación. A diciembre de 2018, el ingeniero Montenegro mencionaba la cifra de 250 toneladas, aunque aceptaba que la producción todavía era muy pequeña.
Es cierto que los ecosistemas de los salares donde está previsto instalar las plantas productoras se mantienen más o menos intactos, aunque no exentos de riesgos. "Los pocos estudios de impacto ambiental realizados solo constataron que las aguas subterráneas son fósiles, es decir que una vez que se consuman no se renovarán, pero no se conoce con certeza la cantidad de agua existente", subraya Rumi Muruchi Poma, doctor en Economía Política, residente en Alemania pero potosino de nacimiento y perteneciente a la etnia aymara-quechua.
¿Qué sucede con Chile y Argentina?
En Chile, el litio es considerado un "recurso estratégico" desde 1979, y una institución estatal, la Corporación para el Fomento de la Producción (CORFO), se ocupa de administrar las minas a través de acuerdos de concesión firmados con las empresas interesadas, las que además deben respetar un cupo anual de extracción. A principios de 2018, SQM logró la renovación de su contrato hasta 2030, así como la multiplicación por cinco del citado cupo. ".
Argentina, por su parte, se encuentra en un punto intermedio. La explotación del litio lleva 21 años en el pequeño Salar del Hombre Muerto (588 km2), donde la empresa FMC Lithium ya ha sido varias veces denunciada por contaminación de las aguas. En cambio, es más o menos reciente en Salinas Grandes y el complejo Olaroz-Cauchari. Pero en los últimos dos años, la apertura absoluta hacia las inversiones extranjeras ha abierto el grifo a la llegada de empresas transnacionales de todo el mundo, y en estos momentos existen más de 60 solicitudes de permisos de prospección, de los cuales 28 ya están en proceso en diferentes salares de la Puna de las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca.
"Todavía estamos a tiempo de prevenir los riesgos, porque la mayoría de los emprendimientos se están iniciando y podríamos establecer condiciones para que se realicen respetando un derecho humano tan evidente como el acceso al agua", declara Virginia De Francesco, responsable del área de medio ambiente y desarrollo sustentable de la Defensoría del Pueblo de la Nación, aun sabiendo que será difícil regular lo que se haga en los pozos. En Argentina no son las autoridades nacionales sino los gobiernos provinciales, cuestionados dentro del país por ser muy débiles en cuanto a su poder y muy necesitados de recursos económicos urgentes, los encargados de otorgar los permisos y efectuar los controles.
Pero más allá de las diferencias administrativas de sus regentes y de la velocidad en la puesta en marcha de sus procesos de explotación, los salares de los tres países comparten dinámicas de funcionamiento hídrico semejantes y el mismo problema en el punto de partida. "No hay líneas de base para hacer las valoraciones ni capacidad para efectuar controles efectivos", dice la abogada argentina Pía Marchegiani, directora de política ambiental de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).
Sobra sal y litio, falta agua
El hidrogeólogo argentino Marcelo Sticco explica que "las permeabilidades del suelo, los registros de lluvia y nieve o el calor le dan particularidades a cada salar, pero el modelo general es igual en todas las cuencas del Triángulo". Continúa exponiendo que una cuenca es como una olla rellena de materiales arenosos que funciona como una especie de esponja en las profundidades del salar. Allí se va acomodando la poca agua que ingresa al sistema. Mientras tanto, en los bordes y en franjas de pocos kilómetros llamadas abanicos aluviales se acumula el agua dulce que equilibra el líquido que entra y sale del sistema en forma natural y permite la alimentación del ganado y de la fauna, la actividad agrícola y el surgimiento de pequeños bosques. En resumen, la existencia de vida en la zona. El quid del tema es que el movimiento de esos volúmenes de agua dulce está totalmente influenciado por lo que ocurre en el centro del salar.
"La explotación a través de pozos forma los llamados conos de depresión, embudos que cambian el gradiente hídrico. Si naturalmente, merced a la suave inclinación del terreno, el agua dulce se moviliza progresiva y horizontalmente creando una zona de mezcla con la salmuera, los conos transforman el lugar en algo así como en un tobogán y el agua se introduce casi de manera vertical. De este modo deja de estacionarse en los bordes del salar y ya no está disponible para la población, el ganado o la flora", explica Sticco.
Evidentemente la versión de la empresa oficial difiere. "Uyuni tiene 10000 km2 y nuestra área de intervención es de 40 km2, menos del 1 %. Además, el agua que ingresa al salar a través del río Grande supera en mucho la cantidad que evaporamos en nuestro proceso", asegura el ingeniero Montenegro, gerente ejecutivo de Yacimientos de Litios Boliviano (YLB).
Los números, por lo menos en términos de "agua", no acaban de cerrar. Entre otros motivos, porque no es solo a través del bombeo de salmuera que se pierde agua. La evaporación en piletas requiere de dos millones de litros por cada tonelada de litio producida y deben utilizarse grandes cantidades de agua dulce para los procesos finales de obtención del carbonato de litio y su separación del resto de sales y compuestos. No debe olvidarse el dato de que la concentración original del mineral en la salmuera es de un 0,22 %, se eleva a un 6 % por la evaporación y solo después del agregado de reactivos y agua dulce alcanza el 99,1 %, necesario para su utilidad comercial.
En esa disyuntiva estamos...
Fuentes:
https://es.mongabay.com/2019/02/triangulo-del-litio-salares-bolivia-chile-argentina/
https://es.wikipedia.org/wiki/Salar_de_Uyuni
https://nuso.org/articulo/el-proyecto-estatal-del-litio-en-bolivia-expectativas-desafios-y-dilemas/
https://www.efeverde.com/noticias/litio-salar-uyuni-bolivia-declaracion-ambiental/
https://www.salardeuyuni.es/visitas/fauna/
https://www.mineria-pa.com/noticias/bolivia-comienza-explotacion-masiva-de-salar-de-uyuni/
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